Cuando el hielo desapareció hace doce mil años, los líquenes, las hierbas y posteriormente los árboles colonizaron nuestras montañas y valles. Tan pronto como llegaron, los animales empezaron a explotar este medio en pleno desarrollo y seguidamente, posiblemente hace unos ocho mil años, los humanos llegaron al valle.
Se trataba de los pobladores de la Edad de Piedra que dejaron pocos vestigios tras de sí, ya que vivían en cuevas y refugios improvisados. Creemos que cruzaron el Canal de la Mancha desde Europa cuando todavía existía un puente terrestre y se dirigieron hacia el norte durante los siete mil años que siguieron.
Hace aproximadamente cinco mil años los humanos empezaron a cultivar la tierra y a formar comunidades. Aproximadamente en el año 500 DC se dio una invasión desde Irlanda. Eran los pictos, el primer pueblo celta en llegar a esta tierra que pronto derrotaría al resto de Highlanders de la Edad de Bronce.
En el siglo VI DC llegaron más irlandeses a estas tierras y recibieron el nombre de scots, también eran celtas.
Los pictos y los scots se unificaron tras unos decenios de convivencia y pasaron a llamarse Escocia. A menudo se considera al rey Kenneth (843 DC) como el primer rey de Escocia, haciendo que este lugar sea el reino más antiguo del mundo y todavía vigente en la actualidad, algo que además de únicos, nos hace sentirnos muy orgullosos.
Macbeth (injustamente difamado por Shakespeare) introdujo la primera fuerza policial en el siglo XI, aunque las décadas que siguieron estuvieron marcadas por batallas, hasta que Escocia fue finalmente invadida por el rey Eduardo de Inglaterra a finales del siglo XIII, a pesar de los valerosos esfuerzos de William Wallace.
En 1328 el rey Robert de Bruce aseguró finalmente la independencia de Escocia: las pretensiones inglesas sobre esta tierra quedaban sofocadas definitivamente. De hecho, prevaleció el linaje real escocés y la monarca actual de Gran Bretaña e Irlanda del Norte es descendiente del rey Robert de Bruce de Escocia.