Se llama Cherry y es lo que se conoce como crannong, una isla hecha por el hombre que probablemente fue construida en la época de Jesucristo. Un monje del Fort Augustus utilizó uno de los primeros trajes de buceo para estudiar su estructura, que fundamentalmente consiste en árboles entrecruzados para crear los cimientos.
Se levantó como construcción defensiva. Los pictos construían sus hogares en las islas con pasarelas de acceso hasta la orilla. Estas pasarelas, además de ofrecer protección frente a los animales salvajes y facilitar la pesca, eran muy fáciles de defender. Cualquier enemigo que decidiera atacar tenía dificultades para acceder y, en la mayoría de los casos, tan solo robaría algunos animales y seguiría su camino. Si por el contrario sufrían el ataque de una fuerza mayor, tenían la posibilidad de quemar la pasarela y evitar que el enemigo entrara.
Se han llevado a cabo estudios arqueológicos en algunos de los numerosos crannongs que se hallan en Escocia y se ha encontrado carbón vegetal a lo largo de la línea de la pasarela sumergida, lo que demuestra que esta táctica se ha usado en diversas ocasiones.
Cuando se construyó el Canal de Caledonia, el nivel del agua subió dos metros, ocasionando que las olas erosionen la Isla Cherry que algún día acabará hundiéndose en el lago.