Cuenta la leyenda que el monstruo intentó escapar por aquí pero al estar tan empinado se escurrió y volvió a caer en las profundidades del lago.
El derrubio de ladera o sedimento clástico (“scree” en inglés) se produce tras años de cambios estacionales. El agua penetra a través de las grietas abiertas en la pared de la roca y al congelarse, se expande y fragmenta la roca que cae en cascada por la ladera.
En 1985 el cazador de monstruos Steve Blackwell colocó una jaula muy grande y la cebó con una red de salmones.
El equipo de Loch Ness Project se encargó de velar por la seguridad del evento. La jaula sirvió para conseguir que una empresa de vodka patrocinara el evento, pero los únicos monstruos capturados fueron los periodistas que buscaban la típica historia tonta de verano.